SE NOS FUE EL TENORIO CÓMICO

SE NOS FUE EL TENORIO CÓMICO

El pasado lunes se presentó con gran éxito en Ciudad Juárez la obra de teatro “El Tenorio cómico”, que había comentado ya en este espacio. Pero no es lo mismo comentarla con los antecedentes y las anteriores versiones, que el ver lo que presencié el lunes en la noche. Y me atrevo a escribir sobre ella porque ha sido una de las obras más exitosas de los últimos años en el teatro mexicano.

Primeramente, para mi sorpresa el texto original lo tocaron de principio a fin, no respetaron absolutamente nada, tal vez porque es el último tenorio consecutivo, ya que tomaran un descanso de un año de dicho proyecto y terminarán su temporada en la Ciudad de México.

Esta vez “el tenorio” fue otra cosa totalmente distinta, las bases de la obra fueron olvidadas por completo. Por ejemplo, nunca hubo un enfrentamiento entre Don Luis Mejía y Don Juan y eso es la base la obra. La puesta en escena se basó mucho más en los hermanos Ortega que le dan vida a personajes secundarios que en sí no tienen tanta relevancia pero que en esta ocasión, la obra la adaptaron para ellos y solamente para brillar en sus parlamentos.

La pareja Ortega es extraordinaria pero el ego sí les ganó esta vez y no sólo eso, sino que en ciertos momentos la vulgaridad en diálogos fue verdaderamente excesiva y parecía la pulquería 2009. No es que me asuste de dicha situación, simplemente que no era ni cabaret y además había diálogos sin sentido y movimientos en escena que nada tenían que ver con el libreto. Hubo chistes muy bien logrados pero había momentos en los que el albur era intolerable.

Por otra parte, la Doña Inés corrió a cargo de la controversial, polémica y escandalosa de “Niurka”, quien solamente confirmó lo que ya sabíamos, que es una pésima actriz y cantante y que no tiene gracia más que para quitarse la ropa y decir estupideces en la televisión. El mundo del teatro es tan mágico que o se elevan a las nubes con su actuación o caen a lo más bajo y exponen sus debilidades y este fue el caso de la cubana quien simplemente cantó una canción y muchos creímos que estábamos escuchando a los 101 dálmatas interpretando uno de sus temas en la película.

Niurka es débil en el escenario, su expresión corporal es nula, su dicción es mala, en cada momento intenta ser cachonda y en ciertos momentos está de más. Porque dicho sea de paso, la sensualidad no se actúa, se trae consigo. La ex de Juan Osorio no puede ni siquiera dar un salto de una cabaretera a una actriz regular de comedia. Su capacidad es tan limitada que después de quitarse el hábito del personaje y salir sólo con su bikini y sus pezoneras, el morbo se pierde por completo y como diría José José “hasta la belleza cansa”.

El que estuvo mejor que el año pasado fue Manuel “el loco” Valdez quien sí mejoró su personaje y aunque su lugar dentro de la obra fue cambiado, esta vez logró arrancar muchas más carcajadas, eso sí, sin superar a los hermanos Ortega.

Otra cuestión fue que Sergio Basáñez no estuvo a pesar de haber sido anunciado, no se presentó, y su lugar lo ocupó el desangelado y poco taquillero Armando Araiza, quien no domina la comedia y pasa desapercibido.

Me hubiera encantado ver la obra con sus integrantes originales como Sergio, Daniel Bisogno y La Guereja, que por compromisos en la televisión no estuvieron en las dos exitosas funciones ofrecidas en Ciudad Juárez. Ojalá y en la próxima puesta en escena les quede claro a los hermanos Ortega que a veces no hace falta ser tan vulgar para sobresalir y sobre todo cuando ya se tiene un lugar dentro de la comedia mexicana. Ni modo, ya lo revelé.

Alejandro Zúñiga

Ciudad Juárez Chihuahua

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